martes, 13 de mayo de 2008

ALGUNOS TERMINOS DE ECONOMIA


1.PRODUCCIÓN INDUSTRIAL COMBINADA

Forma de concentrar la producción; estriba en unir distintas ramas industriales en una empresa donde unos productos obtenidos sirven de materia prima, semifabricados o materiales auxiliares para otras producciones. Lenin definió la esencia de la combinación industrial como la "unión, en una empresa, de diversas ramas de la industria que constituyen grados consecutivos de elaboración de una materia prima (por ejemplo, fundición del mineral de hierro en arrabio, conversión del arrabio en acero y luego, quizá, producción de tales o cuales objetos de acero) o bien que desempeña respecto a las otras un papel auxiliar (por ejemplo, elaboración de desechos o de productos secundarios; producción de material de embalaje, etc.)''.

En el régimen socialista, el significado económico y las ventajas de tal combinación se hallan determinados par la propiedad social sobre los medios de producción y por el carácter planificado de la economía nacional. En la base de la producción industrial combinada figura la especialización de las empresas socialistas.

Sus formas principales son: la que se basa en el aprovechamiento múltiple de la materia prima; la que se basa en la coordinación de las fases sucesivas por las que pasa la elaboración de la materia prima; la que se basa en el aprovechamiento múltiple de los desechos o de la materia prima, de los semifabricados o de la energía. En la práctica, todas estas formas se enlazan entre sí. "La combinación de empresas afines constituye una de las condiciones más importantes del progreso técnico y de la organización racional del trabajo social" (Programa del P.C.U.S.).

Combinar la producción resulta de sensible eficiencia económica gracias al aprovechamiento riguroso y racional de la materia prima, de los semiproductos, de los desechos y de la energía. Permite organizar la continuidad de los procesos técnicos y reducir en gran medida el tiempo del ciclo productivo, con lo que asegura un considerable incremento de la productividad y la reducción del costo del producto. La producción industrial combinada crea las condiciones mas favorables para utilizar de manera racional las riquezas naturales del país, para distribuir de manera uniforme la industria.

En la U.R.S.S., las ramas industriales en que se ha establecido con mayor amplitud la combinación de empresas afines son la metalúrgica, la química, la textil y la forestal-papelera. El proceso de dicha combinación, cada día más desarrollado bajo el socialismo, facilita y racionaliza la dirección de la industria, contribuye a crear la base material y técnica del comunismo.


2.Cultura

El destacado intelectual bogotano Azriel Bibliowicz, director de la maestría en escrituras creativas de la Universidad Nacional de Colombia, dijo estar en desacuerdo con la medición realizada para establecer la participación del sector cultura en la economía del país.

“A los economistas siempre se les ha dado por pesarlo y evaluarlo todo, ese es su drama. La importancia de la cultura no está en la cantidad de dinero que produzca, sino que debería estar en lo que invierte el Estado”, comentó Bibliowicz, refiriéndose a la información recientemente publicada por el DANE que reveló que la cultura pesa el 1,67 por ciento de la economía nacional.

Según el novelista y cuentista, además de doctor en Sociología de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), el impacto de las diferentes manifestaciones de la cultura en la sociedad colombiana no ha sido el adecuado debido, principalmente, a la escasa inversión.

“Un país con un presupuesto más alto en cultura llega más lejos. La importancia de la cultura es tal que si una sociedad buscara ser más sensible debería hacer una gran inversión. Un país que está leyendo un libro y medio al año por ciudadano, es un índice muy bajito”, explicó.

Conminó al Ministerio de Cultura a “buscar los mecanismos para hacer mayores inversiones en cultura”. A manera de ejemplo, citó el caso de Inglaterra, donde se utilizó una lotería dedicada a la cultura como vía para producir mayores ingresos.
Aseguró que existen alternativas, como la exención de impuestos, para promover la inversión privada en cultura. Sin embargo, aseguró que “en Colombia no sabemos fomentar la cultura. Es responsabilidad del Estado asumir el desarrollo de la cultura de los colombianos y me parece que no lo hace. La importancia de la cultura merece mayor inversión del Estado”.


3. Escuela de Francfort


De una manera convencional se puede fechar el paso de la "primera generación" a la "segunda generación" de la Escuela de Frankfurt a partir de la muerte de Max Horkheimer en l973. Fecha ésta que coincide con un cambio profundo y sustancial de la sociedad de capitalismo post-industrial.

La "crisis del petróleo" conlleva un giro determinante en relación a los logros sociales que el Estado del Bienestar, articulado sobre un modelo económico keynesiano, representaba desde finales de la Segunda Guerra Mundial.

Esta situación explica, en gran medida, el interés que los continuadores de la Teoría Crítica van a tener por los nuevos procesos económicos, sociopolíticos y culturales, sólo que ahora se hace imprescindible la revisión epistemológica y metodológica de las grandes herencias teóricas que habían sido el fundamento de la "primera generación": Hegel, Marx y Freud. Así, pues, la obra de Max Weber entra como referencia básica a la hora de poder comprender globalmente las estructuras sociopolíticas de lo que Habermas denominará como capitalismo tardío; esto es, el capitalismo que requiere la intervención del Estado como gran regulador y mecanismo más de los procesos económicos de beneficio privado y sus leyes de oferta y demanda.

La atracción hacia el análisis weberiano se explica por dos aportaciones sin las cuales sería poco menos que imposible un acercamiento objetivo a las transformaciones del capitalismo industrial en capitalismo postindustrial:

- En primer lugar, la renovación de la Epistemología y Metodología de la Ciencia Social a partir de la introducción de una concepción comprensiva ("Verstehen") del significado de la acción social. Significado en el que los valores forman parte determinante para entender no sólo los fenómenos sociopolíticos sino, a la vez, los de índole cultural e ideológica. Ahora bien, y como precisa Weber en su monumental Economía y Sociedad, la Ciencia Social puede "mediar" entre las Ciencias Nomológicas (las de la Naturaleza, construidas con leyes de regularidad empírica) y las Ciencias Ideográficas (las Históricas y Culturales en las que el "caso único", -el acontecimiento-, prevalece sin leyes repetibles y constatables) a través de la construcción de tipologías ideales (los "tipos ideales") que sirvan para taxonomizar las regularidades de los procesos históricos. De este modo, la "Teoría de las categorías sociológicas" con la que se abre Economía y Sociedad renovará la fundamentación de la "acción social" considerada como núcleo primero de la investigación sociopolítica.

- La otra aportación indispensable que la "segunda generación" de Frankfurt recibe de la obra weberiana, será su estudio sobre la Sociología y tipos de dominación. En este punto, coincidirán la totalidad de los neofrankfurtianos desde Habermas hasta Claus Offe, pasando por Oscar Negt y Alfred Schmidt. Los conceptos de legitimidad, racionalización, legalidad, burocratización, etc., son asumidos por los nuevos teóricos desde la tradición weberiana y neoweberiana, pero asignándoles unos matices de carácter crítico propios de la adcripción a la Escuela. Por consiguiente, el tema de lo social se va a examinar desde lo político y, a la inversa, lo político no se desvinculará de procesos sociales y culturales tan característicos del siglo XX como pueden ser la comunicación, la Opinión pública o los sistemas de valores colectivos, especialmente a este respecto la estructura ideológica de la Post-Modernidad. Tal y como hará, por ejemplo, Habermas.

La síntesis, entonces, entre Hegel-Marx-Freud de la "primera generación" deviene, a su vez, en una nueva conjunción entre Hegel-Weber en la "segunda generación". Así, por un lado, se trata de seguir dentro de la gran tradición de la Filosofía Clásica alemana del siglo XIX; mas, por otro, se busca enlazar lo filosófico con lo sociológico y politológico virando hacia un entendimiento de la sociedad en el que lo teórico y lo empírico se complementen. De esta exploración se derivará, a la par, la utilización de metodologías y epistemologías -es el caso del Funcionalismo y del paradigma sistémico- con las que se emprende una dirección innovadora dentro de la Teoría Crítica. Se podría decir, en consecuencia, que la "segunda generación", compuesta por nombres tan relevantes como los de Jürgen Habermas, Claus Offe, Oskar Negt, Alfred Schmidt y Albrecht Wellmer, se va a distinguir de los fundadores del Instituto para la Investigación Social fundamentalmente por su innegable investigación multiparadigmática.

Esa labor de síntesis entre líneas de investigación aparentemente alejadas resulta ser una de las grandes aportaciones y la renovación más evidente de los continuadores de la Teoría frankfurtiana.

4. CONSUMISMO:

Tendencia al consumo dictado por la publicidad y la moda. En ocasiones, el consumista se convierte en enfermo, en una persona impulsiva que no puede dejar de comprar, lo que provoca graves alteraciones en su conducta social y afectiva.

El término posee un sentido peyorativo, y se alude con él al mecanismo de dependencia de una persona con respecto a la necesidad de acumular bienes y servicios, la mayoría de los cuales le resultan innecesarios. El consumismo, además, provoca insatisfacción al no colmarse nunca el deseo de poseer. Puesto que resulta imposible adquirir todo aquello que se desea, el consumista se siente insatisfecho y ansioso. Se trata de una conducta favorecida por la publicidad, los medios de comunicación y las técnicas de ventas de las grandes empresas productoras.

SOCIEDAD DE CONSUMO.

Se llama ‘sociedad de consumo’ al modelo de sociedad cuyo objetivo consiste en producir todo tipo de bienes y servicios con el fin de que sean comprados por los ciudadanos. Este modelo de sociedad se da dentro de los sistemas capitalistas, cuya ley económica básica es la de la oferta y la demanda.

Se trata, por tanto, de ofrecer numerosos productos para que sean consumidos por la masa de clientes, cuyos hábitos compradores ya se encuentran condicionados por campañas anteriores. Habitualmente, el consumidor busca satisfacción en la posesión personal de las novedades industriales y tecnológicas, o en el seguimiento de la moda dictada por las grandes multinacionales y los medios de comunicación de masas.

La capacidad de consumo, además, marca el estatus social de los compradores; de ahí que grandes capas de la población aspiren a un incremento de su consumo medio por cuanto ese hecho representa un signo exterior de su triunfo socioeconómico. Ese deseo les conduce, en muchas ocasiones, al endeudamiento, ya que deben solicitar créditos para acceder a determinados bienes y productos. Para facilitar el consumo, la sociedad capitalista ha ideado técnicas que lo favorecen, como las ventas a plazo, las tarjetas de crédito, las hipotecas, etc.

Las técnicas de venta utilizan diversos medios para incrementar el consumo, entre ellos los siguientes:

- La publicidad, que tiende a crear necesidades superfluas en los potenciales consumidores de un producto. De ahí que se presente a éste como un bien sumamente deseable y cuya posesión implica no sólo una buena elección entre los productos competidores, sino también algo que da prestigio (a veces, el prestigio consiste en haber comprado barato, no habiéndose ‘dejado engañar’ como aquellos otros que han comprado un producto rival ‘mucho más caro’).

- El libre intercambio de mercancías, de tal manera que los países pobres proporcionen, a precios muy baratos, la materia prima, mientras los países ricos aportan la tecnología, las campañas publicitarias y el marketing o técnicas de ventas.

- El uso de los medios de comunicación para promocionar un tipo de vida consumista, bajo la coartada de que es el modo más feliz de existencia para el ser humano.
La sociedad de consumo se inspira en las ideas del utilitarismo ético: predica la mayor felicidad posible para el mayor número de personas. Los países se valoran según la cantidad de productos que pueden elaborar y por el número de consumidores posibles.

Sin embargo, este modelo económico trae consigo muchas consecuencias negativas, entre ellas:

- El agotamiento de las materias primas y el deterioro de la naturaleza, ya que el criterio es producir cada vez más.

- La explotación económica de muchos seres humanos, obligados a trabajar en condiciones míseras para las grandes multinacionales. Además, la acción de la publicidad termina convirtiéndoles en consumidores finales de los productos que ellos mismos fabrican.

- La insatisfacción de las clases sociales pobres, que no pueden alcanzar el nivel de consumo medio de la sociedad capitalista, lo que les provoca frustraciones e infelicidad.

Los efectos psicológicos y sociales de la sociedad de consumo sobre los ciudadanos son igualmente negativos: no se intenta educar el sentido crítico del consumidor mediante una información objetiva y una educación sobre los hábitos de consumo; al contrario, se busca una desinformación basada en la publicidad (no se dice en qué consiste y para qué sirve realmente un producto, sino que se afirma de él tan sólo que ‘es el mejor’ o ‘cómo le envidiarán sus vecinos cuando haya comprado ese producto’); la creación de hábitos repetitivos e insatisfechos, de tal manera que la aparición de un nuevo producto mejorado haga desechar a los consumidores el modelo viejo, y así repetir ese círculo infinitamente; y, finalmente, transmitir la imagen de una felicidad basada exclusivamente en el ‘tener’ y no en el ‘ser’.

5. MOTIVACIONES DEL CONSUMO


Las necesidades humanas – necesidades del consumidor- son la base de todo el marketing moderno. La clave de la supervivencia, rentabilidad y crecimiento de una compañía en un ambiente de marketing altamente competitivo es su capacidad para identificar y satisfacer necesidades insatisfechas del consumidor mejor y antes que la competencia.

Motivación: La motivación puede ser descrita como la fuerza impulsora interna de los individuos que empuja a la acción. Esta fuerza impulsora es producida por un estado de tensión que existe como resultado de una necesidad insatisfecha.

Necesidad: Todo individuo tiene necesidades, algunas innatas y otras adquiridas. Las necesidades innatas son de índole fisiológica, entre ellas figuran las necesidades de alimento, agua, aire, ropa, casa y sexo. Las necesidades adquiridas son las necesidades que aprendemos en respuesta a nuestra cultura o ambiente. Entre ellas podemos incluir las necesidades de autoestima, prestigio, poder y conocimientos.

Interdependencia de las necesidades y metas.

Las necesidades y las metas son interdependientes: ninguna puede existir sin la otra. Sin embargo, es frecuente que las personas no estén tan concientes de sus necesidades como lo están de sus metas.

Usualmente, los individuos están más concientes de sus necesidades fisiológicas que sus necesidades de tipo sicológicas. La mayoría de la gente sabe cuando tiene hambre, sed o frío, y toma las medidas apropiadas para satisfacer esas necesidades. Estas mismas personas tal vez no están concientes de sus necesidades de aceptación, de autoestima o de status. Sin embargo, por un impulso subconsciente, tiene forma de comportamiento que satisfacen sus necesidades sicológicas (adquiridas).
Motivación positiva y negativa.

La motivación puede ser positiva o negativa en su motivación. Podemos sentir una fuerza que nos impulsa hacia determinado objeto o condición, o una fuerza que nos impulsa a alejarnos de un objeto o condición.

Las metas también pueden ser positivas o negativas. Una meta positiva es aquella a la cual se dirige el comportamiento; por eso se dice a menudo que son un objeto de aproximación. Una meta negativa es aquella de la cual uno trata de apartar su comportamiento, y de ella se dice que es un objeto de rechazo.
Motivos relacionales y motivos emocionales.

Algunos conductistas del consumidor distinguen entre lo que se conoce como los motivos relacionales y los motivos emocionales. Ellos emplean el término racionalidad en el sentido económico tradicional, el cual supone que los consumidores se comportan racionalmente cuando consideran con cuidado todas las alternativas y elijen la que les reporta mayor utilidad.

La suposición fundamental en esta distinción es que los criterios subjetivos o emocionales no maximizan la utilidad o la satisfacción. No obstante, es razonable suponer que los consumidores siempre intentan seleccionar alternativas que, en su opinó, les permitan maximizar la satisfacción.

Por largo tiempo, los mercadólogos han tratado de atraer a los consumidores, de acuerdo con las características de personalidad de cada cliente. Tal como ellos lo han sentido intuitivamente, los factores de personalidad influyen en lo que los consumidores compran y en cuándo y cómo realizan sus consumos. Por tal razón los expertos en publicidad y marketing han descrito con frecuencia, a sus mensajes publicitarios, características o rasgos específicos de personalidad.

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